"BARBIE"

 


Hablar de Barbie me ha resultado mucho más difícil de lo que me imaginaba, incluso decidí dejar que mis ideas cayeran durante días antes de animarme a escribir algo, pero creo a estas alturas ya se ha dicho bastante de la que ha sido el mejor estreno del año hasta ahora (hablando en recaudación, claro). Efectivamente, "Barbie" en un blockbuster de verano, con un costo de más de 100 millones de dólares y producida por uno de los estudios más importantes de Hollywood, por lo que está muy claro cuál es su verdadero fin, sin embargo, para el guion y la dirección, se apostó por 2 de las nuevas mentes indies de California, Greta Gerwig y Noah Baumbach, quienes se han hecho de premios y nominaciones por contar historias intimas y existencialistas (“Ladybird” e “historia de un matrimonio”, respectivamente] así que se sabía que el peso de la trama resultaría interesante.


Desde su lanzamiento, la muñeca de Mattel no ha estado exenta de controversias y desde siempre ha dividido opiniones; hay quienes piensan que ha resultado fundamental para la liberación femenina y un icono que bajo el estandarte de “se lo quieras ser” ha roto tabúes, y por otro lado hay quienes consideran que solamente ha perpetrado estereotipos de belleza, talla y “feminidad toxica” -lo que quiera que eso signifique-, pues bien, todo ello se plasma en la película a través de sátiras y críticas que resultan en altibajos dentro de la misma.


Creo que es importante hablar por partes y lo mejor será iniciar con lo más evidente; el grandioso diseño de producción que estuvo en manos de la seis veces nominada al Oscar Sarah Greenwood (la misma de “atonement” y “orgullo y prejuicio”) quien a su vez se basó en la arquitectura de Richard Neutra y su famosa “Kaufman house”, lo que le da a “Barbieland” ese toque a lo Palm Springs que todos evocamos cuando pensamos en Barbie. Tampoco es casualidad que en esta tierra no existan las paredes, ni el agua ni las leyes de la gravedad, pues según la explicación de la misma directora, “Barbieland” es el reflejo de la manera en que las niñas (y algunos niños) juegan con la muñeca, pues casi nunca usan las escaleras de la dream house, las niñas simplemente mueven a Barbie de un lugar a otro flotando, situación que Gerwig quiso mantener para preservar ese espíritu del juego, además, para recordarnos que la tierra de Barbie es tierra de juguetes, Sarah Greenwood decidió utilizar todo el plástico y calcomanías posibles, logrando acabados que fácilmente la llevaran a una séptima nominación en lo que a diseño de producción se refiere. Lo mismo ocurre con los apartados de fotografía, -para la que el mexicano Rodrigo Prieto utilizó el famoso rosa mexicano a niveles inimaginables- y el colorido diseño de vestuario de la también favorita de la academia Jaqueline Durran, (la misma que vistió de Chanel a Kristen para “Spencer” y quien ya había trabajado con la directora en “mujercitas”). quien se basó en vestuarios clásicos de Barbie para lograr looks que pasaran a la historia, además de ser verdaderos regalos para los conocedores y coleccionistas y que seguramente la convertirán en favorita en la próxima temporada de premios.


Ahora bien, en lo que se refiere al guion, como los comenté, estuvo a cargo de la pareja indie del momento y hay claras referencias a “Matrix”, “el mago de Oz”, “a tamaño natural”-la peli donde Tyra Banks la hace de una especie de Barbie que cobra vida y su dueña es Lindsay Lohan-, ello, al tiempo que se hace alusión a varias obras que van desde el capitalismo de Marx hasta el existencialismo feminista de Simone De Beauvoir, pasando por la importancia de la vida onírica a la que le apostaba Freud y llegando al sentido del ser de Heidegger, por lo que Barbie se aleja de la frivolidad de sus cintas animadas para acercarse a una mujer que cuestiona su posición en la vida y en el mundo. Pero aquí viene uno de los mayores desaciertos de la cinta y es que justamente se queda a medio camino entre el existencialismo y su necesidad de derrotar al patriarcado para de pronto dar un giro a la trama y convertirse en un juguete que desea ser de verdad –al estilo de Pinocchio-, haciendo que la película pierda continuidad y mostrando múltiples huecos en el guion, obviando cosas pero más aún, contradiciendo varias premisas, resultando en una reacción de inconsistencias que fácilmente podrían arruinar la cinta. Afortunadamente hay algunos diálogos divertidos y sobre todo las actuaciones de Margot Robbie, Ryan Gosling y América Ferrera logran mantener a flote lo que el guion no logra, y aunque ninguno de los tres está en su mejor actuación, lo hacen lo suficientemente bien para mantener la cinta como una de las mejores del verano y en especial Ryan podría hasta llegar a la temporada de premios no porque sea su mejor papel, pero si el más carismático hasta ahora.


Para finalizar, la moraleja que se pretende vender es evidente y si bien, es un mensaje importante y feminista, nuevamente creo que debido al guion pende de un hilo para caer en cursilerías y panfletos acartonados. Vaya, que nada del mensaje es nuevo y lo hemos visto mucho mejor en todas las otras cintas de la directora. El empoderamiento y la lucha de los derechos de la mujer son fundamentales para el bien de todos, pero el hecho de vender una idea de hombres insulsos que a la primera de cambios deciden apostarle al patriarcado no me termina de convencer. Sumado a que el monologo principal estuvo a nada de parecer anuncio de jabón dove, pareciéndose incluso a la insufrible canción “hoy vas a descubrir” de Bebe, no sé, tal vez esa sea la verdadera intención de la cinta, satirizar tanto un tema que nos resulte evidente, después de todo no es una película que tenga que aleccionarnos ni resolver problemas estructurales de la sociedad, pero que de pronto parezca que no hay puntos intermedios y que la salida fácil sea ver todo blanco o negro –o rosa- tampoco debería ser la respuesta. Sin embargo, es rescatable que tanto Barbie como Ken se deconstruyen de tal forma que nos recuerdan que eso es lo verdaderamente importante, nuestra capacidad de reinventarnos frente a aquello que descubrimos que no nos resulta viable mas ya.


Así que efectivamente, Barbie está llena de incongruencias, fallas en el guion, carece de continuidad y nunca nada se explica, dejándonos como espectadores en una posición pasiva y poco pensante. Así mismo, el saturar de personajes y cameos hace que ningún secundario pueda brillar y se pierdan en la multitud. Eso sí, a nivel visual supera todo lo que esperaba, deslumbrándome con sets increíbles y todas las casas y vestidos que ha tenido Barbie en sus más de 60 años y que de niño anhelaba robarle a mi hermana. Así que, aunque me emocionaré si gana algún Óscar a diseño de producción o vestuario, no dejo de sentir que me han dado espejitos a cambio de mi oro, así que creo que al salir de la sala me quedé un tanto como Lisa Simpson cuando escucha hablar por primera vez a su Stacy Malibu y en gran medida es por las expectativas que tenía debido al buen sabor de boca respecto a las cintas de la directora, siendo “Barbie” sin lugar a dudas su primer gran trancazo en taquilla pero al mismo tiempo la historia más floja que ha narrado. Pero bueno, es verano, Ryan Gosling baila y canta una canción de matchbox20 y comí palomitas rosas, así que no todo está perdido.


Kone Arrevillaga





Comentarios

  1. Muy buena perspectiva Kone, lo has dicho todo, me gustó todo visualmente, ví a mi Barbie cobrar vida 🩷🥹 pero la historia y el guión, me dejó una reflexión incompleta.

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