CRUELLA

 


Hablar de live actions de Disney ha resultado hablar de una cuasi copia mucho mas desangelada que la versión original -salvo Mulán, en donde ya hubo bastantes cambios, que si bien responden a nuestro tiempos, aún se sentían forzados-. O bien, hablar de mutaciones tan radicales que resultan absurdas e irrisorias; piensen en Maléfica y como pasó de ser una hechicera que se transforma en el mejor dragón que ha dado Disney a una versión casi mártir de la nana de una escuincla simplona. Por todo ello es que aun veo con recelo esta ola de innecesarias “nuevas” versiones. Sin embargo con Cruella la cosa ha resultado distinta, por lo que mas que un remake, resulta un buen reboot.

La cinta nos lleva a descubrir el “origen” de uno de los antagónicos mas emblemáticos de la casa de Mickey; la maquiavélica Cruella De Vil -único personaje animado y femenino que ha aparecido en la lista de Forbes- es así que a través de mas de 130 minutos el director Craig Gillespie (si, el mismo de “I, Tonya”) nos traslada a Londres en pleno auge del punk de los años 70´s para contarnos como es que una incipiente ladrona y aprendiz de moda termina convirtiéndose en el epítome de la venganza frente a los dálmatas.


Lo primero que hay que agradecer a la cinta es la reinvención que se tiene del personaje y lo nada apegado a las cintas de Glenn Close -quien por cierto produce-, ya que tratar de estar a la altura de ella hubiera sido imposible, en cambio, Emma Stone crea su propia versión de la villana. De ahí que ni siquiera hay que remitirse a las pelis pasadas pues aquí se trata de algo novedoso.

Una de las cosas que mas llamó mi atención, es el peso que se le da a la infancia de la protagonista y la importancia que tiene la percepción que nos hacemos del como “ocurrieron las cosas”, claro que Freud ya afirmaba que lo verdaderamente fundamental es nuestra percepción frente a un hecho, y no el hecho en sí, ello no como algo inamovible, sino mas bien como una reedición constante de nuestros primeros encuentros y como es que ello decanta siempre en los adultos que llegamos a ser. Pero además, vemos en Cruella otras condiciones bastante comunes; la primera, la relación de amor/odio que puede tener una hija frente a su madre y ante la función materna en general, con todas las aristas que ello implica. Y por otro lado, ese anhelo entre lo que somos y lo que queremos ser y al mismo tiempo ese pasaje que se juega cuando decidimos realmente acercarnos a “nuestro” sueño. Cruella nos hace cuestionarnos “si, pero ¿a que precio?”, y justo esa dicotomía entre el querer ser, el ser y el peso de soltar a quien somos para devenir en un nuevo yo es lo que convierte a Cruella en una villana y aun así seguimos sintiendo empatía por ella, algo similar a lo que a muchos les pasó con “the Joker” o “Harley Quinn”. ¿Sera entonces que hay algo de estos personajes que nos lleva a sentir apego por tales?, ¿será que mas de uno busca romper el molde de la normalidad para convertirse en un ser único y diferente aunque ello implique rozar lo patológico?, ¿basta con tomarnos 5 minutos para conocer el breakdown de un sociópata para justificarlo? O simplemente ¿cambiando la posición de nuestra escucha el relato puede ser otro? Si eso lo lleváramos a la practica diaria, entenderíamos que no hay ni buenos ni malos, dejaríamos de usar frases vacías como “pero hay un karma” o “todo pasa por algo”…


Paralelo a ello, el diseño de producción es bastante exuberante, rayando en lo disidente, además, por primera vez vemos en una cinta de Disney personajes no binarios y personajes queer, todo ello mezclado a su vez con música de Nina Simone, the Clash, Blondie, the Rolling Stone, lo que convierte a Cruella en el live action mas “adulto” que recuerdo. Claro está que no deja de ser un filme para toda la familia y seguramente las comparaciones con cintas como “the devil wears Prada” resultan casi predecibles -ambas tienen el gusto por la moda, una jefa fría y la fábula del patito feo-.

La química que irradian las Emmas es increíble, Thompson en un papel que si bien nos remite a Miranda Priestly, termina por ser una piedra fundamental en el film. Stone, que si bien no es mi actriz favorita, nos lleva a querer acompañarla en sus planes de venganza y ser parte de su ecléctica pandilla.


Tal vez lo único que falla es la duración, de pronto puede que le sobren unos 20 minutos, pero fuera de ello, regresar al cine con una cinta divertida y cero melosa a resultado una grata experiencia. como easter egg esperen la escena post créditos, pues ahí nos revelan…

Todavía con un poco de recelo, pero sé que poco a poco volveremos a disfrutar del cine y toda la magia que implica entrar a una sala.

 

Kone Arrevillaga C.




Comentarios

  1. Kone Arrevillaga, ya extrañaba tus reseñas y esta para no variar es excelente!!
    Confieso que creí que se trataba de otro remarke excéntrico de Disney.
    Y ahora después de leerte me ha entrado la curiosidad e iré a verla.
    Saludos y un abrazo!
    P. D. Qué bueno que estésde regreso!! 🥰

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  2. Justo ví Cruella por tu reseña, pues no iba al cine desde el inicio de la pandemia. Concuerdo totalmente contigo y la recomiendo ampliamente.
    Gracias por despertar en mi esa curiosidad psicológica y recordarnos que somos y existimos, incluso antes de nacer, con historia pero mucho futuro. Con voluntad todos podemos sanar heridas profundas.

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