DOCTOR SUEÑO
“Doctor sueño” es la adaptación cinematográfica del libro del mismo título de Stephen King, el cual a su vez, es la continuación de “el resplandor”, del mismo autor.
Como muchos saben “El resplandor” se convirtió en un clásico de culto y por mucho en una de las mejores películas de terror psicológico; en ella vemos un sociópata alcohólico, fantasmas y personajes enigmáticos que la colocan como una de mis 15 películas favoritas, aún recuerdo que de niño creía que si mi papá tomaba se volvería igual de “loco” que Jack y las gemelas ensangrentadas siguen siendo una referencia para cualquier película de terror. Sin embargo, el autor del libro odió la adaptación cinematográfica, creo yo que por la tibia recepción que en su momento tuvo y King está acostumbrado a que las adaptaciones de sus best sellers rompan la taquilla, además, Kubrick se tomó demasiadas libertades que terminaron por hacer de la película algo muy distinto a lo que se lee en la novela.
Lo primero que hay que hacer para que Doctor sueño funcione, es dejar de compararla con “el resplandor”, en primera porque la manera de hacer cine ha cambiado en estos casi 40 años. Hoy día veremos efectos computarizados en Doctor sueño, algo que difícilmente veríamos en su antecesora. Otra cosa diferente es la narrativa, pues a inicios de los 80´s la forma de editar un film era distinta a la actual. Y sobre todo porque si bien King odió la versión de Kubrick (y las libertades que éste se tomó) el toque del director era único, y eso hoy en día es imposible de mantener. Así que es innecesario comparar ambas películas, aunque al mismo tiempo resulte fundamental ver la primera para que la segunda cobre sentido real.
La premisa (sin spoilers claro está), sucede casi 40 años después de los eventos acontecidos en el fastuoso hotel Overlook, del que Dany Torrance y su madre huyeron luego de que tuvieran que terminar con su padre que había sido poseído por el mismo hotel. La conclusión de esa historia ya la conocen, así como también conocen los “poderes” que Dany tenía, un cierto “resplandor” que le permitía leer a las personas, además de vislumbrar el futuro. En un inicio Dany no se da cuenta de su poder y opta por crear a “Tony”, un amigo imaginario a través del cual Dany puede expresar su resplandor.
Ahora bien, han pasado casi 40 años desde el incidente en el Overlook, sin embargo, nuevas y peligrosas presencias han aparecido y han causado la desaparición de niños que también tienen el poder de Dany, este nuevo grupo de “vampiros” se alimenta de almas resplandecientes. Todo cambia cuando Dany logra hacer contacto con una niña llamada Abra, quien no solo es resplandeciente, sino que mucho más poderosa que cualquiera, por lo que Dany deberá ayudarla a combatir a ese grupo de vampiros autodenominados “el nudo” aunque ello implique reencontrarse con su resplandor.
La cinta parece tener varios actos; el primero es como un epilogo de la primera donde nos recuerdan quienes fueron los huéspedes del Overlook –sin el carisma de los originales- y nos explica que le pasó a Danny luego de dejar las montañas de colorado y como su sobrenombre evolucionó de “Doc” a “Doctor Sueño”. Un segundo acto inicia con vampiros, personajes nobles pero torturados, aliados planos, superpoderes y villanos telequinesicos irrisorios dignos de “crepúsculo”, crean una combinación de suspenso, películas de súper héroes acción y vampiros adolescentes, para dar lugar a un tercer acto que no es más que un homenaje/cierre/re edición de la cinta original (música, alfombras hexagonales y hotel incluidos).
La película carece del diseño de producción del resplandor, no hay este sentimiento de soledad e indefensión, a pesar de que Dany debe volver al Overlook, la esencia del mismo ha cambiado, ya no resulta perturbador e incluso subversivo como lo fue en su momento la primera entrega. No, aquí todo se lee como guiños y homenajes a Kubrick por parte de Mike Flanagan, el nuevo director, -pero no tantos para no hacer enojar a King-, quien siempre vocifera lo mucho que desprecia la versión de culto.
Sin embargo, “doctor sueño” es buena en un tema en particular; conjugar acertadamente los deseos del escritor con las icónicas escenas de Kubrick. De ahí que a mi consideración esta cinta si bien no es más que una forma de darle el cierre que en su momento no pudo hacer Stephen King, resulta ágil y con algunos momentos buenos. Además, nos lleva a reflexionar sobre la importancia de madurar, ver a futuro y reconocer cuando debemos saber decir adiós y no aferrarnos a la vida eterna. toda vez que nos reafirma que lo verdaderamente importante es creernos resplandecientes y nunca sentirnos mal por ello.
Ewan MacGregor es un crack y puede actuar dentro del género que quiera, sin embargo, creo que es el único a quien le crees en toda la película, la cual en muy pocos momentos resulta cansada, y si le quitan las referencias musicales y de decoración de la primera, la verdad queda una cinta palomera de vampiros que durará un par de semanas en su memoria. Lejos, muy lejos está de ser una referencia cinematográfica a la cual, 40 años después la sigan comparando con cualquier sucesora.
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