Hustlers: Las estafadoras de Wall Street
Constance Wu interpreta a Destiny, una ex bailarina de pole dance que le narra a Elizabeth (Julia Stiles), la historia de cómo entró al juego del pole dance y más adelante, al juego de obtener dinero a costillas de sus clientes alcoholizados y libidinosos. Todo con la guía/ayuda de Ramona (Jennifer López), quien le enseña movimientos de baile y sobre todo, le enseña como “leer” a sus clientes potenciales, ya que el traje es lo de menos, lo verdaderamente importante (como diría mi papá) son los accesorios; zapatos, relojes y argollas son los focos a los que –según Ramona- deben enfocarse en realidad. Así, Destiny y Ramona trabajan en salas de bailes privadas, donde los hombres gastan su dinero. Esto les funciona hasta que estalla la crisis financiera del 2009 y la mayoría de sus clientes quedan en la bancarrota.
Desde un inicio te das cuenta que Lorene Scafaria (la directora) trata de justificar la necesidad de ganar dinero en cada una de los personajes principales. Primero remarcando enfáticamente lo poco equitativo e incluso explotador que resulta el empleo de stripper, en donde las bailarinas terminan quedándose con una mínima parte del porcentaje luego de repartir entre los empleados hombres (guardias, DJ, cantineros, contadores y un largo etcétera), después con las historias de las cuatro protagonistas principales; Destiny necesita dinero para su abuela y para su hija. Ramona también tiene una hija y queda claro que es madre soltera. Mercedes tiene un novio encarcelado y Annabelle ha sido expulsada por su familia. Aun así, ninguna de las cuatro quiere cruzar la línea hacia la prostitución, y es por eso que deciden crear un sistema para sacarle dinero a los clientes más asiduos, lo que resulta contradictorio, ya que su técnica parece ser tan poco legal como prostituirse (y a mi parecer, con más daños colaterales).
Sumado a ello, los personajes femeninos son dominantes durante toda la película. No hay protagonistas masculinos. Los hombres se reducen a ser el objeto de engaño, policías lerdos o compañeros de trabajo irrelevantes que pretenden obtener un tajo de los bailes sin tener que hacer nada más que “ser hombres”. De hecho, las mujeres controlan siempre la situación; el hombre es totalmente un ser dependiente del alcohol, las drogas y de su impulso biológico hacia las mujeres. Vaya, los hombres ni siquiera son capaces de comprar un anillo de compromiso, es la mujer que se tiene que comprar el suyo propio.
Por si fuera poco, el guion tiene algunas fallas (nunca profundiza en la vida previa de las protagonistas por ejemplo), pero al final de todo la trama funciona, pero funciona más como una crítica política a la manera de hacer negocios en Wall Street y en todo América, en donde todo(s) está(n) a la venta y en donde -según el filme-, si quieres tener poder o una mujer hermosa, debes pagar mucho dinero y/o hacer algunas trampas. Básicamente la mexicanísima “el que no tranza no avanza”.
Aun así, “Hustlers” es una buena película palomera. Las actuaciones tanto de Constance Wu y especialmente de Jennifer López resultan gratas sorpresas, ambas se meten en sus personajes, donde ninguno es realmente bueno ni malo, simplemente son responsables de sus decisiones. Constance deja de lado el estilo tierno que vimos en “crazy rich Asians” y demuestra ser un camaleón actoral. Y sobre J. Lo. no hay más que decir, todo lo que han escuchado sobre la carrera que tendrá en la siguiente temporada de premios es real, como actriz de reparto sostiene gran parte de la cinta, y desde que hace su debut en la pista sabes que dominará la trama en un papel totalmente diferente a los que estamos acostumbrados a verle, además de dar cátedra de baile y presencia escénica.
La banda sonora es genial y tener a Usher y a Cardi B hace de esta una película bastante sexy. Sin embargo, en esta época post me too, pienso que el empoderamiento no debería significar carecer de moral. El empoderamiento femenino y el feminismo no se tratan de que las mujeres traten mal a los hombres, sino que, por definición, se trate de manera igualitaria y equitativa a todos. Y si bien, disfruté bastante de la actuación de Jennifer y de Constance e incluso las metería en todas las nominaciones venideras, no dejo de pensar; Si los hombres estuvieran drogando a otros hombres, ¿esto sería motivador? Si los hombres estuvieran drogando a las mujeres, ¿lo celebraríamos?
Espero sus opiniones!
Kone Arrevillaga.
Diría que es una película donde gran parte del atractivo es mostrar "desnudos artísticos", y justificar que un hombre jamás va a delatar algo de lo que se apena.
ResponderBorrarEsta película solo hará que "La rosa de guadalupe" produzca el capítulo de "Las goteras de insurgentes"
ResponderBorrarjajaajajaja
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