JURASSIC WORLD: LA CAÍDA DE UNA ERA.

Pasaron tres años desde que el parque temático "Jurassic World", el sueño de John Hammond, quedó destrozado nuevamente por los dinosaurios que escaparon de sus jaulas. El proyecto para presentar a las criaturas prehistóricas como atracciones principales del parque de diversiones orilló a sus creadores a diseñar el Indominus Rex, un híbrido aterrador que causó pánico en la Isla. El lugar ahora está abandonado por los humanos, mientras que los dinosaurios supervivientes habitan la selva. Pero cuando el volcán de la isla comienza a despertar, el empresario Eli Mills (Rafe Spall) contacta a la exgerente de operaciones, Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) y al ex entrenador de velociraptors, Owen Grady (Chris Pratt), para salvar a los dinosaurios sobrevivientes de un inminente desastre natural.

 

Jurassic World: El reino caído (2018) es el segundo capítulo de la nueva fase de la saga que fue magistralmente inaugurada hace veinticinco años por Steven Spielberg. Más allá de la increíble habilidad técnica de los efectos especiales, esta nueva entrega dirigida por el español, J.A. Bayona, ofrece la misma historia: estudiosos aficionados de la paleontología y niños curiosos que conforman el equipo de los idealistas versus los codiciosos hombres de negocios y salvajes cazadores, y en medio de este choque, las especies que debieron extinguirse desde tiempos inmemoriales, pero que, debido al desarrollo de la genética, han vuelto a la vida. El único punto distinto a sus predecesoras radica en que el dilema ético respecto a utilizar el ADN extraído de fósiles para revivir a los dinosaurios no importa mas; ahora lo cuestionable es si el hombre tendrá que aprender a vivir con monstruos gigantes o si, debe optar por la aniquilación masiva. Esta reflexión es hasta cierto momento, el tema medular de Bayona; El villano ya no se encuentra en la naturaleza; la “bestia perfecta”, la máquina de guerra diseñada por el ser humano ya no tiene obstáculos y, de alguna manera, los dinosaurios se vuelven invasores de un mundo que alguna vez dominaron. La ultima escena no es más que el puente hacia una tercera película en la que se planteará un escenario desesperanzador y postapocalíptico. Puede ser una lectura prematura. en fi, lo que puedo pensar es que la magia de Spielberg ha quedado en el olvido y esto, ahora, se ha convertido en una franquicia mas de bestias. Y creo que el estudio lo tenia bien claro y es por ello que decidieron que fuera Bayona quien engranara esta película, ya que si hay alguien hoy día que nos ha hecho estremecer a través de los ojos de una bestia es justamente él, (basta con recordar "a moster call") de ahí que su aguda mirada funciona para ofrecer sutiles y elegantes planos construidos a partir de los juegos de sombras y siluetas en las paredes para apelar a una relación empática con los humanos y con los seres que adquieren vida de manera virtual en la pantalla, y que decir de la escena en la que el braquiosaurio es abandonado en una isla en llamas mientras un barco se aleja. Ahí, en ese plano, es donde logramos reconocer el espíritu de Spielberg visto desde los ojos del español.

 

En fin, el sueño que Michael Crichton tuvo en los noventas, se ha ido y lo único que me queda es agradecer que Bayona dirija y Spielberg (aún) produzca.

 

JUNIO 2018

 

*cuéntenme que les pareció esta entrada, espero sus comentarios!!

Kone Arrevillaga C.